Espectaculo

Heath Ledger es alabado en Cannes con la película que dejó inconclusa

El cineasta Terry Gilliam mostró ayer la esperada cinta "The imaginarium of doctor Parnassus", presentada fuera de competencia.

El director Terry Gilliam, autor de clásicos como "Brazil", lo recuerda con claridad. Cuando el 22 de enero del año pasado una sobredosis de medicamentos acabó con la vida del actor australiano Heath Ledger, quien en aquella época filmaba su película fantástica "The imaginarium of doctor Parnassus", lo primero que pensó fue en cancelar el proyecto, en plena producción. Pero ayer la presentó, terminada, fuera de la competencia del festival: "No pude imaginar en ese entonces cómo iba a seguir con este proyecto sin Heath, porque él ya había filmado cerca de la mitad de su personaje. Pero, afortunadamente, estuve rodeado de muy buena gente que me decía que yo no podía ser un flojo bastardo. Que mejor buscara la manera de terminar este filme en su memoria".

Y así lo hizo. Gilliam realizó una serie de llamadas a tres de los máximos galanes de Hollywood: Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrell. El ofrecimiento era que todos ellos reemplazaran al fallecido actor. Y aceptaron. Al final los cuatro interpretan a Tony, un aventurero que en esta delirante aventura viaja a través de un espejo mágico a diferentes dimensiones paralelas para ayudar a la joven y bella hija del doctor Parnassus. Este último, interpretado por Christopher Plummer, ha hecho un pacto con el diablo para ser inmortal a cambio de la bella doncella.

El argumento, irreal y fantástico, le ayudó a Gilliam a atar los cabos sueltos sin gastar demasiados millones de dólares en efectos visuales. Porque cada vez que Tony cruza el espejo, se transforma. Primero en Depp, luego en Law y finalmente en Farrell.

Pese a lo interrumpido del trabajo de Ledger, algunos críticos en La Croisette ya especulan en torno a una nueva nominación póstuma al Oscar para el actor que a comienzos de año se llevó la estatuilla por su rol de El Guasón de "Batman, el caballero de la noche", pues lo que hace, durante la primera mitad de la película de dos horas de duración, es de altísima calidad.

"Heath era un talento sin límites", recuerda un emocionado Gilliam. Y también reconstruye aquel fatídico día en que se enteró del deceso: "Cuando Heath murió, viajé de inmediato a Los Angeles. Pasé el día entero con su familia, lloramos y después empezamos a reír. Me dije: 'Esta película va a hacer una cosa positiva, un homenaje a Heath' ". Finalmente, la cinta está dedicada a él y al productor William Vince, quien días después de terminado el rodaje también falleció.

La crítica recibió el filme con frialdad. The Hollywood Reporter dijo: "A la pregunta de si Gilliam produjo algo al nivel de sus grandes cintas fantásticas, la respuesta es, lamentablemente, no".

Los favoritos, a un día del final

Dieciocho de las 20 películas que compiten por la Palma de Oro se habían mostrado hasta ayer en Cannes. Los estilos han sido diversos y la recepción de la crítica, también. Pero en La Croisette ya se habla de favoritos. Hasta el momento, y según el juicio de los expertos, las mejores películas son la francesa "A prophete", de Jacques Audiard; la alemana "The white ribbon", de Michael Haneke; y la británica "Looking for Eric", de Kean Loach.

Eso es lo que dicen los críticos, pero el veredicto final dependerá del siempre impredecible jurado. El palmarés que se conocerá mañana depende de los silenciosos jueces. Bien lo sabe Pedro Almodóvar, quien en 1999 era el favorito indiscutido con "Todo sobre mi madre". Pero el jurado, presidido por David Cronenberg, le dio la Palma a "Rosetta".

Este año la presidenta es Isabelle Huppert, en un tribunal de nueve personas donde cinco son mujeres. Y actrices. Así es que muchos apuestan a que la mirada femenina podría ser reconocida. Por eso, el panorama luce bien para "Bright star", de Jane Campion. Otra cinta sobre mujeres, "Los abrazos rotos", de Almodóvar, también podría ser premiada.