domingo, 26 de abril de 2009

Social - Moda


La moda en una pasarela más casual.


Las largas pasarelas, bajo focos de colores, con grandes escenarios de fondo, muchas modelos con excéntricos peinados y moviéndose al ritmo de los últimos éxitos musicales han dejado de ser la forma preferida para mostrar las nuevas propuestas de moda. Ese ambiente impersonal, que deja a los espectadores a un metro por debajo de la tarima, se ha cambiado por encuentros más casuales, con pocos invitados, pero los precisos para comentar qué es lo que viene en colores, diseños y tendencias para este año -por algo dicen que el "boca a boca" es el mejor canal de difusión-. Las tiendas abren sus puertas y, entremedio de estantes, maniquíes y sillones, los asistentes pueden ver a las modelos más de cerca, sin tantas distracciones y en un ambiente más acogedor, acompañado siempre de un elegante y exquisito cóctel, en que la champaña se ha vuelto indispensable.

La hora del brunch -unión de las palabras breakfast y lunch, justo a mediodía - y el tradicional cóctel al atardecer son los momentos en que las tiendas capitalinas han elegido invitar a productoras de moda (claves en los diseños editoriales), periodistas, amigos y, por supuesto, a las clientas para que puedan ver en primera fila los estilos que predominarán este otoño-invierno 2009.

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